Cómo desintoxicar la glándula pineal
La glándula pineal es un misterioso epicentro de la anatomía humana, cuya sensible complejidad desafía a la ciencia actual y protagoniza milenarias alusiones.
Por: Javier Barros Del Villar
Con escasos 5-8 milímetros de tamaño, la
 glándula pineal es un misterioso epicentro de la anatomía humana. 
Ubicada entre los hemisferios cerebrales, junto al tercer ventrículo 
(digamos que un par de centímetros arriba de tu entrecejo, y a la mitad 
del camino entre tu frente y tu nuca), se encarga de liberar, entre 
otras funciones, la hormona conocida como melatonina. Además, tiene 
propiedades ‘foto-sensibles’ –utiliza la luz solar para inducir 
variaciones anímicas–, por lo que es fundamental en la regulación de 
nuestros biorritmos.
Aparentemente existen alusiones 
milenarias a este diminuto órgano. Algunos afirman que se trata del 
‘tercer ojo’ o la “ventana de Brahma”, referidas constantemente en el 
hinduismo, o el “ojo de Horus” entre los antiguos egipcios. También 
podría estar presente en diferentes pasajes bíblicos, por ejemplo en: 
“Así que Jacobo llamó aquel lugar Peniel, y dijo ‘es porque pude ver a 
Dios, cara a cara” (Génesis 30:32). En el siglo XVII, Descartes le 
asignó el sobrenombre del “asiento del alma” y según este dualista, la 
glándula pineal representaba el punto de unión entre el cuerpo y la 
mente.
Sus antecedentes dentro de ancestrales 
tradiciones místicas, han hecho de la glándula pineal uno de los 
ingredientes predilectos del nuevo misticismo. Múltiples conceptos del 
New Age se asocian con el despertar de  este órgano, y su popularidad ha
 aumentado en la última década gracias a desbordada irrupción del 
consumo de N-dimethyltryptamine (DMT) en la cultura pop. A pesar de que 
aún no está plenamente probado, existen buenas razones para pensar que 
esta misma sustancia es secretada en nuestra glándula pineal en 
determinados momentos, por ejemplo, nuestra concepción y muerte. También
 se le asocia a fenómenos como los sueños lúcidos y la creatividad.
Independientemente de que sobrenombre 
elijamos para ella, o de si creamos o no en algunos postulados 
semi-científicos, lo cierto es que la glándula pineal posee un 
apasionante, y hasta cierto punto enigmático, papel dentro de nuestra 
fisiología. En este sentido, a pesar de no poder dimensionar plenamente 
su importancia, resulta obvia la pertinencia de cuidarla.
Investigadores advierten un proceso de 
endurecimiento, por calcificación, de esta glándula. Factores como la 
edad y la exposición a sustancias tóxicas, así como los efectos de 
ciertos estados psicológicos, por ejemplo el estrés, al parecer van 
neutralizando las funciones de esta glándula. Múltiples hábitos del 
estilo de vida contemporáneo presumiblemente atentan contra su 
funcionamiento, entre ellos: el consumo de alcohol, tabaco, cafeína, 
azúcar refinado, mercurio y el flúor, infaltable ingrediente en pastas 
dentales o otros productos dentríficos.
Si por razones intuitivas, paranoicas o 
científicas, sientes el llamado a purificar este híper-sacro 
micro-organo, aparentemente los siguientes alimentos pueden acelerar la 
desintoxicación de tu glándula pineal, de acuerdo al sitio Decalcify Pineal Gland:
Chocolate puro / Ácido cítrico / Aceite de orégano y extracto de Neem / Iodino / Vinagre de manzana puro / Ajo / Tamarindo / Agua destilada / Vitaminas K1 y K2 / Boro / MSM (Metilsulfonilmetano)
Mientras que el sitio de alter-nutrición, Food for Conciousness,
 recomienda brebajes como el “té feliz”, compuesto por hierba de San 
Juan y Pasiflora. Advierto que, tal como indican los disclaimers de 
ambos sitios, estás no son recomendaciones médicas. En cambio, exponerte
 a diario unos minutos directo a la luz del sol si ha sido 
científicamente probado que estimula el funcionamiento de la glándula 
pineal como bio-regulador. También existen diversas meditaciones y 
ejercicios respiratorios que supuestamente sirven para limpiar y activar
 este órgano, pero como suele suceder con estos temas, las fuentes son 
poco ortodoxas, lo cual tampoco se traduce en que deban desestimarse. 
Supongo que aquí es donde debe de activarse nuestro discernimiento.  
Twitter del autor: @ParadoxeParadis
 
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