El sol es el mejor antidepresivo natural
No
estar expuestos al sol causa una deficiencia de vitamina D que es
responsable por una serie de malestares incluyendo un sistema
inmunológico débil, dolores estomacales y depresión.
Es
muy difícil conseguir vitamina D a través de los alimentos, ya que sólo
se encuentra en pescados grasos, algunos hongos y soya orgánica. La
mejor manera de conseguir la vitamina es indudablemente a través del
sol. Ya que se produce fotoquímicamente en la piel a partir de
7-dehidrocolesterol, este se sucede con una eficacia impresionante: el
exponer todo el cuerpo al sol por media hora producimos entre 10 mil y
20 mil UI (unidades internacionales) de la vitamina, esto se debe a una
reacción con los rayos ultra violeta.
La falta de exposición al sol en algunos
países nórdicos es una de las causas principales de la depresión de los
habitantes, al grado que durante los inviernos les recetan dosis de
tres meses de vitamina D para combatir los efectos físicos causados por
la ausencia del sol en cielos permanentemente grises. Una deficiencia de
vitamina D sólo se puede combatir tomando la versión sintética ya que
los alimentos no aportan las cantidades necesarias para balancear
nuestro sistema. Los síntomas de la falta de vitamina D incluyen dolores
musculares óseos, deterioro cognitivo en adultos mayores, asma severo
en niños pequeños e infecciones debilitantes (respiratorias y
estomacales).
Para evitar una deficiencia de la
“vitamina del sol” podemos intentar pasar algo de tiempo afuera;
caminatas cortas, paseos por bicicleta, lectura en una banca del parque
son solo algunos ejemplos de cómo recargar nuestra vitamina D. Prevenir
es siempre mejor que lamentar, mientras más informados estemos en cuanto
a la salud de nuestro cuerpo podremos reconocer los síntomas antes de
tener que lidiar con problemas serios. Extrañamente los países con más
deficiencia de vitamina D son Australia, Estados Unidos y Canadá, que
nos recuerda que pasar todo el día encerrado en una oficina o en casa no
aporta nada a nuestra salud; una vida pasiva es mucho más nociva que
una activa.
Pareciera que los humanos dependemos de
la luz solar tanto como las plantas, lo que nos recuerda que a pesar de
nuestra forma no sustentable de vida, tenemos mucho más en común con el
reino vegetal de lo que creemos. El balance de nuestro planeta se
refleja en todos los niveles; debemos empezar cuidando nuestro organismo
para después poder ocuparnos de otros.
Con información de The Telegraph.
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