Obama reconoce formalmente la "amenaza nacional de tormenta solar"
El
presidente norteamericano ha revolucionado la protección civil en los
EEUU con un plan para grandes catástrofes nacionales que incluye una
lista de 23 riesgos, entre los que figuran las tormentas solares.
El presidente Barack Obama, ha reordenado todo el mapa de prevención civil de los Estados Unidos con una nueva directiva (Directiva Presidencial que incluye hasta 23 riesgos que puedan derivar en catástrofes nacionales. EEUU
culmina así su nuevo registro estratégico de riesgos creado por el
nuevo sistema de Protección Civil, inédito hasta el momento.
Ya sabemos cuales son esas amenazas nacionales genéricas, sin nombre oficial hasta la fecha, para los que el Gobierno Obama se ha pasado todo el año 2011 preparando incesantemente a la población civil en una campaña de sensibilización sin parangón.
Incluida la reciente campaña “Regala un kit de emergencias por Navidad” y, hasta la relativa a los buenos propósitos de año nuevo “Proponte estar preparado en el nuevo año 2012”, tan sólo unos días después (“Resolve to be Ready in 2012”).
Tras un largo proceso de evaluación el Departamento de Seguridad Nacional ha terminado de definir el nuevo Registro Nacional de Riesgos Estratégicos para los EEUU. La lista oficial de "las veintitrés mayores amenazas" para los EEUU, que podrían desencadenar una catástrofe de escala nacional y entre ellas, de modo destacable, la expresa inclusión del riesgo de tormenta solar, según ha informado desde España el Observatorio del Clima Espacial (@OBclimaespacial).
Todo ello en ejecución de la nueva Directiva Presidencial 8, dictada por Barack Obama y que supone un inédito, mastodóntico, sistema de Protección Civil Americana directamente impulsado por la Casa Blanca, no por FEMA (agencia federal de gestión de emergencias), con lo que ha conseguido reorganizar y supeditar al mismo a la totalidad de las Agencias Federales, no sin críticas y protestas de algunos afectados.
Así, el nuevo registro estratégico de riesgos nacionales distingue
tres grandes categorías de amenazas para la seguridad nacional en razón
de origen:
a) amenazas naturales,
b) amenazas de carácter tecnológico accidental y
c) amenazas maliciosas de origen humano
a) Entre las primeras destaca la toma en consideración formal, por primera vez, de “la amenaza del clima espacial” definida como "la posible llegada de una llamarada solar formada por radiaciones electromagnéticas y partículas energéticas que pudiesen causar una interrupción de los servicios de luz, gas y agua a la población y dañar las infraestructuras críticas".
Y junto a esta amenaza la toma en conideración de otros escenarios como una posible gran erupción volcánica en el área del pacífico, una inundación o terremoto a gran escala, o planes de contingencia para un gran tsunami que pudiese golpear las costas norteamericanas.
b) Entre las amenazas de carácter tecnológico accidental algunas más consabidas, como la posibilidad de un grave accidente nuclear, pero también destacadamente el escenario que podría suponer un grave accidente en una gran planta química "que resultase en una emanación a gran escala de productos de toxicidad aguda para los seres humanos".
c) Y entre las amenazas humanas de carácter malicioso toda una lista de posibilidades de acción terrorista por parte de algún “actor no estatal hostil” que van desde el empleo de armas biológicas, a un ataque cibernético coordinado contra la red de infraestructuras nacionales, hasta diversos usos posibles de material nuclear contra la población, o un asalto armado directo contra algún objetivo vulnerable.
Esto explica, señalan desde el Observatorio, algunas medidas que habían podido causar cierta sorpresa en los pasados meses, como que NASA, que carece de competencias en materia de protección civil realizase una campaña específicamente centrada en las familias de sus empleados.
"Si tus analistas te dicen que las tormentas solares son una amenaza y elaboras protocolos de acción necesitas poder disponer sin reservas de tu personal crítico, de muy difícil sustitución, y para ello la situación de sus propias familias durante toda la gestión de la crisis tiene que quedar preestablecida. Y lo mismo con instalaciones nucleares y otro puñado de infraestructuras altamente sensibles, competencia de FEMA”, concluyen.
Ya sabemos cuales son esas amenazas nacionales genéricas, sin nombre oficial hasta la fecha, para los que el Gobierno Obama se ha pasado todo el año 2011 preparando incesantemente a la población civil en una campaña de sensibilización sin parangón.
Incluida la reciente campaña “Regala un kit de emergencias por Navidad” y, hasta la relativa a los buenos propósitos de año nuevo “Proponte estar preparado en el nuevo año 2012”, tan sólo unos días después (“Resolve to be Ready in 2012”).
Tras un largo proceso de evaluación el Departamento de Seguridad Nacional ha terminado de definir el nuevo Registro Nacional de Riesgos Estratégicos para los EEUU. La lista oficial de "las veintitrés mayores amenazas" para los EEUU, que podrían desencadenar una catástrofe de escala nacional y entre ellas, de modo destacable, la expresa inclusión del riesgo de tormenta solar, según ha informado desde España el Observatorio del Clima Espacial (@OBclimaespacial).
Todo ello en ejecución de la nueva Directiva Presidencial 8, dictada por Barack Obama y que supone un inédito, mastodóntico, sistema de Protección Civil Americana directamente impulsado por la Casa Blanca, no por FEMA (agencia federal de gestión de emergencias), con lo que ha conseguido reorganizar y supeditar al mismo a la totalidad de las Agencias Federales, no sin críticas y protestas de algunos afectados.
a) amenazas naturales,
b) amenazas de carácter tecnológico accidental y
c) amenazas maliciosas de origen humano
a) Entre las primeras destaca la toma en consideración formal, por primera vez, de “la amenaza del clima espacial” definida como "la posible llegada de una llamarada solar formada por radiaciones electromagnéticas y partículas energéticas que pudiesen causar una interrupción de los servicios de luz, gas y agua a la población y dañar las infraestructuras críticas".
Y junto a esta amenaza la toma en conideración de otros escenarios como una posible gran erupción volcánica en el área del pacífico, una inundación o terremoto a gran escala, o planes de contingencia para un gran tsunami que pudiese golpear las costas norteamericanas.
b) Entre las amenazas de carácter tecnológico accidental algunas más consabidas, como la posibilidad de un grave accidente nuclear, pero también destacadamente el escenario que podría suponer un grave accidente en una gran planta química "que resultase en una emanación a gran escala de productos de toxicidad aguda para los seres humanos".
c) Y entre las amenazas humanas de carácter malicioso toda una lista de posibilidades de acción terrorista por parte de algún “actor no estatal hostil” que van desde el empleo de armas biológicas, a un ataque cibernético coordinado contra la red de infraestructuras nacionales, hasta diversos usos posibles de material nuclear contra la población, o un asalto armado directo contra algún objetivo vulnerable.
Esto explica, señalan desde el Observatorio, algunas medidas que habían podido causar cierta sorpresa en los pasados meses, como que NASA, que carece de competencias en materia de protección civil realizase una campaña específicamente centrada en las familias de sus empleados.
"Si tus analistas te dicen que las tormentas solares son una amenaza y elaboras protocolos de acción necesitas poder disponer sin reservas de tu personal crítico, de muy difícil sustitución, y para ello la situación de sus propias familias durante toda la gestión de la crisis tiene que quedar preestablecida. Y lo mismo con instalaciones nucleares y otro puñado de infraestructuras altamente sensibles, competencia de FEMA”, concluyen.
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